miércoles, 20 de enero de 2010

Efecto de vértigo

El portal Educ.ar recomienda Catálogo de juguetes y lo presenta con un lúcido reportaje de Mónika Klibanski a Sandra Petrignani. Reproducimos un fragmento de la nota, que se puede leer entera aquí.


Un actor, un bailarín, un músico, cada noche vuelve a representar la misma escena, repite la misma coreografía, ejecuta la misma pieza musical. Inmersos en una misma situación, igual que un lector que lee después de un tiempo un mismo libro que leyó en el pasado. No obstante siempre algo vuelve inédita la experiencia. Catálogo de juguetes es un libro escrito ya hace más de veinte años. Para Petrignani "hay libros que no se ajustan a la prueba del tiempo. Las novelas sobre todo. Releer una vieja novela a menudo es insoportable para un escritor; la tentación de cambiar y reescribirla es grande. Los años pasan y las mismas cosas uno querría expresarlas de otra manera. Con Catálogo de juguetes, en cambio, no sucedió así. Releyendo el libro para su traducción al francés, en 1999 –ya habían pasado once años de la publicación original en Italia–, me sorprendí, sólo corregí alguna errata de imprenta, pequeñas cosas de puntuación. No necesité añadir nada".

La autora admite que le es mucho más innata la forma breve, el cuento, el libro de viaje, la autobiografía, el diario y encuentra allí la clave para explicar la perdurabilidad de este texto.

Creo que la forma en mosaico del "catálogo" es muy precisa, racional diría, objetiva, menos sujeta a los saltos de la emotividad, de la edad, de la insatisfacción, asegura.

[…]

Si el paseo al que nos invita su libro conmueve probablemente no es debido a la añoranza por lo perdido, lo olvidado, sino más bien una sensación provocada por aquello que queda, que está en nosotros los adultos lectores. Parafraseando el posfacio escrito por Giorgio Mangarelli, algo intangible de nuestra infancia resiste y persiste en el presente.

Petrignani piensa que la vida nos obliga, por razones de supervivencia social, a parecernos a un único Yo que es el que prevalece a todos los otros de los que estamos compuestos. Como diría el poeta Oliverio Girondo somos “un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades”. Multiformes y realmente capaces de todo el bien y de todo el mal. La parte inconsciente, que muchos ahogan o ignoran completamente, es la que nos da las sorpresas más inesperadas. Sin dudas es la zona más creativa, sabia y sensible que tenemos.

Es el niño que hemos sido y que sigue viviendo en nosotros. Los artistas se encuentran entre los adultos que le dan mayor espacio al niño que llevan dentro, se permiten retrocesos que los demás temen, reflexiona Petrignani con agudeza.

Si bien el suyo no es un libro que se haya publicado (al menos en la Argentina) siguiendo las convenciones editoriales de la literatura infantil y juvenil, ha sido leído por niños. Según nos cuenta su autora, algunos profesores en Italia y en Francia, por ejemplo, lo utilizaron en la escuela para estimular a sus alumnos a recordar y a escribir sobre sus juguetes. En la edición alemana del libro se incorporaron deliciosas ilustraciones pero el editor se arrepintió; porque en su opinión las ilustraciones llevaban al lector a un engaño: creer que el Catálogo era un libro para niños cuando realmente no estaba pensado así.

Catálogo de juguetes se presta para leerlo acompañado, de manera colectiva. Por ejemplo, leerlo en voz alta a nuestros padres, que quizás fueron niños en los 50, pero también leérselo a personas más jóvenes que nosotros, dejando que los relatos construyan puentes generacionales para compartir un tiempo inmaterial, subjetivado y anacrónico, el del juego. De hecho, a lo largo del libro, los distintos relatos de este inventario de juguetes van intercalando tiempos verbales, los verbos no siempre están conjugados en pasado, hay quiebres en la cronología natural.

A mí gusta confundir los tiempos verbales, dice la escritora. Pasar del tiempo pasado (próximo y remoto, como distinguimos en italiano) al presente crea repentinos acercamientos, con un efecto de vértigo que corresponde al modo natural del pensamiento. Si nos contamos racionalmente el pasado, usamos verbos en pasado, pero si llevamos a la práctica la memoria involuntaria o la libre asociación inmediatamente hablamos en presente; porque volvemos físicamente al momento evocado. En el caso del Catálogo de juguetes es un regreso concreto a la infancia.

[…]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Clicky Web Analytics